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" Si la gente supiera lo duro que trabajo para obtener mi maestría, que no parece tan maravilloso en todo... El genio es paciencia eterna."

-Michelangelo Buonarroti (Caprese, 6 de marzo de 1475 – Roma, 18 de febrero de 1564)


¿Cuando llegará el día en que pueda hacer algo digno de un hombre adulto? Cuántas cosas hay que todavía aprender antes de llegar a esa etapa!
- Bouguereau, 13 de mayo 1848
Temprano en su carrera, William-Adolphe Bouguereau era un joven artista frente a la incertidumbre de la calidad de su trabajo dentro de la escena crítica de arte parisino, ansioso en los temas de formación y su capacidad profesional. Bouguereau tenía poca idea del inmenso éxito que iba a alcanzar y la rapidez con que lo encontraría. Más tarde tendría un momento de reflexión en el que casi comenzó a captar su potencial futuro:
"Hoy en día, tengo más confianza, mi corazón está abierto a la esperanza, tengo fe en mí mismo. No, los laboriosos estudios que trabajo en el que no sirven para nada, el camino que estoy siguiendo es bueno, y con la ayuda de Dios, voy a alcanzar la gloria, una justa y una gloria pura."
Estas dudas iniciales acerca de su talento y futuro eran exactamente lo que condujo a Bouguereau a una mayor perfección en su trabajo y que lo estableció como uno de los principales artistas de la tradición académica en el siglo XIX.
Bouguereau trabajó durante un momento clave en la creación de una revolución artística. La École des Beaux-Arts, con su pedantería percibida y el historicismo opresivo, comenzó a caer en desgracia con muchos artistas jóvenes en la década de 1860. Un nuevo grupo de artistas desafió las convenciones artísticas preestablecidas, buscando un lenguaje comprensible y contemporáneo que se basó en los elementos del paisaje, de la sociedad, y que estaba libre de historicismo dominante.
Mientras que muchos artistas proclamaron las ideas de un nuevo socialismo, desafiando al sistema de las Academias, Bouguereau mantuvo un ardiente partidario estilo de pintura que era, sobre todo hacia el final de su carrera, el símbolo de la oposición al modernismo. Buscaba la belleza en la vida y el arte, no necesariamente el social y políticamente desafiante. Él dijo:
"En la pintura, soy un idealista. Sólo veo la belleza en el arte y, para mí, el arte es la belleza. ¿Por qué reproducir lo que es feo en la naturaleza? No veo por qué debería ser necesario. Pintura lo que se ve tal y como es, no-o al menos, no menos que uno es inmensamente talentoso. El talento es todo-redentora y puede excusar cualquier cosa. Hoy en día, los pintores van demasiado lejos, al igual que los escritores y novelistas realistas hacen. No hay forma de saber dónde van a trazar la línea."
"A la fontaine", 1897.
Oil on canvas 142 cm. x 86.5 cm.
William-Adolphe Bouguereau(1825-1905)
Private Collection
Nota sobre "A la fontaine":
En 1898 Braun & Cie. publicaron una fotografía de la imagen en varios tamaños. Al ver esta fotografía durante sus vacaciones en Mainz, William-Vincens Bouguereau escribió a su madre: "Vi cuatro pinturas del abuelo en un escaparate. Estos son los primeros que han visto en Alemania ... En cuanto a la última, no vi el nombre, pero se mostró Yvonne de rodillas justo a beber agua de una jarra que descansa sobre una piedra que Jeanne esta inclinándose hacia ella."








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